5 preguntas para identificar tus emociones y entender qué hacer con ellas
Cuando las emociones llaman a nuestra puerta no siempre son bien recibidas. En ocasiones su visita resulta incómoda: nos sorprenden en momentos o en lugares inapropiados, o estamos demasiado ocupados como para prestarles atención. Otras veces preferiríamos no abrir, encerrarnos bajo llave, porque su presencia nos asusta o desagrada.